Hace un tiempo, descubrí un blog llamado “Calle 1”
(pedrodelgadofernandez.blogspot.com), un lugar magnífico donde su autor, Pedro
Delgado Fernandez, da rienda a dos de sus pasiones, el atletismo y la
literatura.
En mis años mozos, cuando practicaba atletismo en la pista de
Carranque, la figura de Pedro, junto a la de otros grandes atletas malagueños,
se distinguía entre los que estábamos allí entrenando ya que eran referentes para
muchos. Con el paso de los años, y en mi pasión por el correr y el maratón, al
encontrar este blog, quedé encantado con las historias relatadas, ya fueran en personales, versara sebre otros atletas, o en sus comentarios sobre
distintos libros que tratan fundamentalmente sobre el deporte, el correr y el
atletismo.
Tras interactuar respecto a las entradas en el blog, hemos comentados muchos hechos tanto
de mis pequeños progresos como de la reciente salida a las librerías de su
último libro, "Carta desde el Toubkal".
Llevaba tiempo queriendo hacer una entrada en mi blog al respecto,
pero o bien no se sacado el tiempo que merecía o no tenía las palabras
adecuadas para comentar.
El 9 de mayo pasado tuve el placer de charlar con él un buen rato en
persona y adquirir su libro en la pasada Feria del Libro. Geniales tanto el cómo
su mujer Lucía (pintora y bloguera luciarodriguezvicario.blogspot.com).
Carta desde el Toubkal nos traslada en una serie de relatos, muy
fáciles de leer y con un gran gusto, a las tierras del Parque Nacional del
Toubkal en Marruecos, zona que la que el ha viajado y ha sido guía, y por tanto
el conoce perfectamente. Se entrelazan historias de hijos, padres y abuelos,
miedos y esperanzas, y la dureza y modos de vida de una zona desconocida para la
mayoría.
Disfruté mucho en su lectura y creo que, ahora que se acerca época de
regalos y parabienes, el tenerlo como presente puede ser una magnífica opción.
Pedro sigue con la presentación del libro en distintos sitios y
lugares, cosa que me alegra y espero tenga la mayor difusión posible.
Un abrazo Pedro y mucha suerte. Te recuerdo que la historia sobre el
niño y el padre que van a Laponia tenemos que disfrutarla, ahí lo dejo.